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17 de septiembre de 2024 | 10:31SAG supera las 50.000 fiscalizaciones en 2023 para resguardar fitosanidad y comercio silvoagropecuario
Con la creación del nuevo Departamento de Fiscalización, el SAG refuerza su capacidad para fiscalizar más de 76.000 entidades, sin incluir el control realizado en los pasos fronterizos, donde se inspeccionan millones de pasajeros que ingresan al país.
El Servicio Agrícola y Ganadero (SAG) ha consolidado su rol como un actor clave en la protección sanitaria de Chile. En 2023, el organismo llevó a cabo más de 50.000 fiscalizaciones, abarcando áreas claves. Los controles realizados por el SAG se centran en garantizar que los productos que consumen los chilenos, desde alimentos hasta insumos agrícolas, cumplan con los más altos estándares de calidad y seguridad.
“A lo largo de 2023, el SAG llevó a cabo más de 7.000 procesos infraccionales, lo que evidencia el esfuerzo por modificar conductas que ponen en riesgo el patrimonio fito y zoosanitario del país. Las multas aplicadas por incumplimientos buscan no solo sancionar, sino también disuadir futuras infracciones, fortaleciendo así la seguridad fito y zoosanitaria y alimentaria de Chile”, indicó el Director Nacional del SAG, José Guajardo Reyes.
Áreas de fiscalización
En el ámbito de Protección Pecuaria se aborda la sanidad animal, los medicamentos de uso veterinario, los alimentos para animales, la Ley de Carnes, el bienestar animal, entre otros.
En cuanto a la Protección Agrícola, se considera la sanidad vegetal, el uso, aplicación y comercio de plaguicidas, fertilizantes y bioestimulantes, el proceso de producción y comercialización de vinos y las transacciones comerciales de productos como maíz, trigo, uva vinífera y avena sativa.
Un ejemplo es la fiscalización de viveros para evitar la comercialización de plantas que no provengan de establecimientos autorizados, lo que podría afectar la sanidad vegetal del país y la competencia desleal a los viveros que cumplen con la normativa establecida por el SAG. Las infracciones en este ámbito pueden llevar a sanciones de hasta 150 UTM, dependiendo de la gravedad del incumplimiento. Por otro lado, en el caso de la Ley de Bebidas Alcohólicas, las sanciones pueden alcanzar las 5.000 UTM.
En el ámbito de los recursos naturales renovables, se considera la flora y fauna silvestre, la agricultura orgánica y la sustentabilidad agroambiental de los suelos agropecuarios.
Por su parte, la aplicación de la Ley 20.380 ha permitido sancionar conductas contra el bienestar animal con multas que pueden llegar a 50 UTM. Asimismo, en el área de recursos naturales, el SAG ha reforzado su control sobre la producción orgánica, exigiendo el cumplimiento de la Ley 20.089 que asegura que los productos etiquetados como orgánicos no contengan residuos químicos prohibidos, con sanciones que pueden alcanzar hasta 500 UTM.
Protección más allá de las fronteras
El trabajo del Servicio Agrícola y Ganadero no se limita al territorio nacional. El control en los pasos fronterizos juega un rol crucial en proteger al país de posibles plagas y enfermedades de los ámbitos animal y vegetal. En 2023, se inspeccionaron más de 11 millones de pasajeros que ingresaron a Chile, previniendo la entrada de amenazas sanitarias que podrían afectar gravemente al sector silvoagropecuario.
Las sanciones en las áreas fiscalizadas por el SAG reflejaron un esfuerzo sostenido por garantizar el cumplimiento de las normativas. Aunque se aplicaron multas significativas, como en el caso de los plaguicidas, donde se registraron incumplimientos en 522 casos, el SAG trabaja también en mejorar la recaudación de estas sanciones, a través de un trabajo conjunto con Tesorería General de la República.
“Con la creación del nuevo Departamento de Fiscalización y la implementación de tecnologías avanzadas como la inteligencia artificial, el SAG proyecta seguir mejorando sus procesos y ampliando su capacidad de control en todo el territorio nacional”, comentó el Director Nacional.
De cara al futuro, el SAG tiene en vista ampliar su fiscalización hacia áreas emergentes que requieren dee mayor control, como el comercio electrónico de productos silvoagropecuarios, donde se ha detectado un aumento significativo en las transacciones. Se espera la implementación de nuevas normativas orientadas a fiscalizar estas plataformas, con el fin de garantizar que los productos vendidos cumplan con los estándares sanitarios y de calidad que exige el mercado chileno.