Variedades Lecciana y Coriana lideran el renacer del olivo en Europa que podrían replicarse en Chile

En una visita a los campos y fincas del sur de España y Portugal, productores chilenos conocieron los últimos avances en sistemas de plantación de alta densidad, también conocer agricultores e investigadores locales y las tendencias en variedades.

Las proyecciones de producción de olivos en España son esperanzadoras. Según datos proporcionados por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, las primeras estimaciones sobre la cosecha de aceite de oliva indican una pronta recuperación de la producción media en el país, tras dos campañas extraordinariamente bajas. 

El aforo publicado por el estamento estatal, apunta que la producción de la campaña 2024-2025 llegará a 1.262.300 toneladas, lo que representaría un incremento del 48% con respecto a la cosecha anterior y se situaría un 4% por encima de la media de las seis últimas cosechas. 

Sin duda, estas cifras mostrarían una recuperación importante en la producción de aceite de oliva, no sólo en la Península Ibérica, sino que, a nivel mundial, por la importancia que reviste la producción de importantes zonas en el sur de España y Portugal.

Desde Agromillora Sur se realizó una gira técnica de productores chilenos a la zona de Andalucía y Extremadura en España y Alentejo en Portugal, regiones con una predominancia del clima mediterráneo. 

En esta oportunidad participaron productores y técnicos nacionales, con el propósito de conocer diferentes aspectos de la producción del olivo, donde se visitaron campos conociendo diferentes realidades en las que se han plantado las nuevas variedades Lecciana y Coriana, que fueron de interés para posibles nuevas plantaciones en Chile. 

“La gira tuvo como objetivo principal observar en terreno cómo se desarrollan ambas variedades, aptitudes y dificultades que se presentan; y cuáles son las ventajas de considerarlas en nuevas plantaciones en Chile. Participaron en total 12 personas, integrando productores de la zona norte y centro sur de Chile. Las empresas fueron Agrícola Reserva de Llancay, Soho SpA, Hacienda Chorombo, Ugarte y Scott, Olivar de Manantiales y Siracusa, además de directivos de Chile Oliva”, comenta Jorge Rodríguez, gerente comercial de Agromillora Sur.

 “Fue una experiencia que tenía como expectativa evaluar las variedades nuevas que se están produciendo en la zona, con modelos intensivos de producción y ver su comportamiento con escasez hídrica”, afirmó Hans Yoldi, gerente de abastecimiento y materias primas de Soho Spa, productores chilenos de aceite de oliva como Montecristo, Olave, Sol de Aculeo y Huasco, entre otros. Un aspecto importante que valoró Yoldi en esta visita es poder ver en terreno y conversar con los productores locales cómo se comportan las variedades estudiadas. “Para mí la variedad Coriana se podría adaptar a nuestras necesidades, es un árbol de bajo tamaño, de buena producción los primeros años y se podría complementar con otras como Arbequina y Arbosana (las más comunes en Chile) porque puede madurar hasta 15 días antes, lo que podría alargar el período de cosechas y hacerla en forma escalonada”, agregó”. Para el ejecutivo chileno, esta fue su primera experiencia en la gira organizada por Agromillora Sur lo que le permitió “conocer desde el punto de vista técnico y académico experiencias que no se ven en Chile”.

Pamela González, jefa de Proyectos de Chile Oliva, comenta que estas giras sirven para ver de primera fuente cómo se proyecta el mercado desde Europa. 

“Es una muestra súper intensiva de lo que ocurre allá y está basada en la experiencia”, dice. Con todo, las visitas a los principales polos productivos del mundo donde la transferencia tecnológica es una realidad, son aspectos que el gremio valora. “Allá existen universidades que estudian cada fase del olivo con muchas áreas de investigación, como, por ejemplo, adaptaciones de las variedades Coriana y Lecciana a distintas condiciones de suelo y clima, con restricción hídrica incluida, las cuales han tenido muy buenos resultados en sus primeros años de cosecha”, agrega.

Lecciana y Coriana, las variedades de olivo que liderarán la producción europea.

Cristóbal Sánchez, delegado de Andalucía en Agromillora Iberia, lleva varios años trabajando en olivos. Su especialidad ha sido incorporar las nuevas variedades en las fincas de la Península Ibérica. “La evolución de los olivares en seto acá en España empezó a desarrollarse el año 94. A partir de ese olivar intensivo que se propagó por nuestro país, se fue imitando en otras regiones de la cuenca mediterránea, como Portugal, Italia, Túnez, Marruecos; y después dio el salto al hemisferio Norte y Chile”, comenta.

En efecto, a inicios del siglo XXI el crecimiento del olivar se dio solo con una variedad, por lo que existía la necesidad de desarrollar programas genéticos con nuevas variedades, es así como nacen Coriana y Lecciana,¿Para qué? poder desarrollar árboles más productivos, que se adapten mejor al sistema en seto, más compactos, con menos vigor, con una madera más flexible y que lleguen a producir más aceite, capaces de adaptarse a distintos tipos de suelo, a distintas necesidades de agua e incluso, a distintas condiciones climatológicas. “Y, además, que estas nuevas variedades produzcan una mejor calidad de aceite, superior a las variedades existentes, ya que Arbequina y Arbosana tienen una gran limitación en cuanto a la calidad de aceite que producen”, agrega Sánchez.

 “Después de más de 12 años de trabajo podemos decir que tenemos dos variedades que están dando muy buenos resultados. Una de ellas es la variedad Coriana, que es un cruzamiento entre Arbosana y Koroneiki, muy productiva. Es muy precoz, tiene una rápida entrada en producción de manera que en apenas dos años tenemos una producción de 2 a 3 mil kilos de aceitunas por hectárea. Es una variedad que vegeta muy bien, tiene un crecimiento perfecto, permite una poda y recolección mecanizada”, comenta Cristóbal Sánchez.

 “La segunda variedad que hemos creado es la Lecciana, que es el fruto del cruzamiento de Arbosana y el Leccino italiano. Es una variedad que es más vigorosa, es ideal para un suelo pobre o con poca disponibilidad de agua, incluso en la Península Ibérica se están plantando en secano, simplemente con el aporte del agua de lluvia. Es muy resistente en cuanto a frío, falta de agua, en suelos pobres y madura antes que la Arbequina y Arbosana. Es una planta con una auténtica ventaja competitiva”, puntualiza el delegado de Andalucía de Agromillora Iberia.

 Con todo, el especialista español comenta que esta variedad es perfectamente adaptable a las zonas con menos agua. “Otra ventaja de esta variedad es que produce un aceite muy complejo. Tiene un contenido muy alto en polifenoles y una gran estabilidad oxidativa. Pienso que en los próximos años, cuando España llegue a tener su producción normal y el resto de los países mediterráneos recuperen su nivel, más que por el precio, el aceite será más valorado por su calidad. Y en un mercado donde haya un exceso de oferta, los aceites de mayor calidad (estabilidad oxidativa y mayor contenido en polifenoles) podrán venderse mejor y a buen precio. Al hablar de mayor calidad, estamos hablando de un aceite que será más saludable para el consumidor final”, concluye.