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13 de septiembre de 2024 | 07:00

¿Qué son los programas de mejoramiento genético?

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En el caso del Centro Fruticultura Sur (Chile) cuenta con 7 Proyectos de I+D+i, en distintas áreas y especies, siendo uno de ellos el “Programa de mejoramiento genético de portainjertos para Cerezo” .

Los Programas de Mejoramiento Genético (PMG) ¿Qué son, y por qué duran tantos años? El mejoramiento genético vegetal o fitomejoramiento es una disciplina que busca la obtención de variedades vegetales que posean características específicas, interesantes a nivel agronómico y comercial. Esta disciplina tiene sus bases en la domesticación de especies, es decir, en técnicas originadas hace más de 10.000 años, en los primeros asentamientos humanos, que básicamente por medio de la observación, selección, propagación y conservación de las especies vegetales que mejor cubrieran sus necesidades.

Para lograr un PMG exitoso, se requiere el cumplimiento ordenado y metódico de una serie de etapas, que se inician desde la selección de los parentales que contarán con las características deseadas, hasta la obtención de las plantas, producto de las semillas obtenidas de los cruzamientos realizados. Es importante mencionar que los individuos obtenidos recibirán una serie de manejos agronómicos, antes de ser llevados a terreno para su plantación, y posterior evaluación (Boletín INIA 427).

En el caso de un programa de mejoramiento genético de portainjertos, se busca generar nuevos genotipos que mejoren el desempeño de los árboles frutales en campo. Podrían otorgar a la variedad, tolerancia a estreses bióticos y abióticos, tales como plagas, enfermedades, sequía, exceso de temperatura ambiental, entre otros, además del control del vigor,  aumento de la eficiencia productiva y mejoras en la calidad de la fruta.

El Centro Fruticultura Sur cuenta con 7 Proyectos de I+D+i, en distintas áreas y especies, siendo uno de ellos el “Programa de mejoramiento genético de portainjertos para Cerezo” liderado por el Centro de Estudios Avanzados en Fruticultura (CEAF), cuyo Director es el Dr. Mauricio Ortiz, y el Sub-director el Dr. Ismael Opazo. El objetivo de este proyecto es contar con portainjertos adaptados a los problemas locales de suelo y clima, que en cerezo es un desafío particularmente importante, ya que en la actualidad se distribuye entre las regiones de Coquimbo y Aysén, lo que implica una gran diversidad de suelos, y con diferentes limitaciones.

Figura 1. Cruzamiento dirigido de Prunus, realizado en CEAF.

El mejoramiento genético de portainjertos es un proceso de largo aliento, ya que se debe evaluar la producción de los huertos establecidos con estos nuevos genotipos en diferentes ambientes, por lo que son pocos los programas activos en el mundo. Debido a que se centran en el sistema radical de las plantas, y no en la fruta, es posible hacer cruzamientos entre distintas especies del género Prunus, que pueden no ser interesantes desde el punto de vista de la calidad de la fruta, pero sí por sus tolerancias y resistencias a estreses bióticos y abióticos. Esto marca una de las principales diferencias entre el mejoramiento genético de variedades con el de portainjertos, la generación de híbridos interespecíficos, los cuales tienen una probabilidad de cuaja mucho menor a los cruzamientos dirigidos dentro de una misma especie y que obliga a realizar un alto número de polinizaciones cada año.

Figura 2. Árboles en maceta, CEAF.

En el PMG de portainjertos para Cerezo, los cruzamientos dirigidos (Figura 1) se hacen tanto en la colección que se encuentra en CEAF en condiciones de campo (Arboretum) como en condiciones más controladas, en árboles establecidos en macetas (Figura 2), los que se mantienen en invernadero. Durante el invierno, estas macetas son almacenadas en una cámara fría para controlar el momento de floración. Cada año se van generando nuevos híbridos, utilizando pólenes importados, que entran posteriormente al proceso de multiplicación clonal para disponer de un amplio número de individuos y someterlos al proceso de selección. Adicionalmente, la utilización de técnicas como el rescate temprano de embriones, ha permitido generar híbridos que, utilizando métodos tradicionales, serían muy difíciles de obtener debido a que en muchos casos la distancia genética entre los padres es alta y se producen abortos tempranos.

El primer criterio de selección es el vigor observado en los nuevos genotipos y su hábito de crecimiento. Lo ideal es disponer de genotipos con un vigor moderado a bajo, y con un crecimiento erecto que facilite su crianza e injertación en vivero. Posteriormente, se realiza la introducción a cultivo in vitro para evaluar la facilidad de establecimiento y de multiplicación in vitro, y luego se evalúa la facilidad de enraizamiento (Figura 3). En paralelo, también se determina la facilidad para propagar por estaca leñosa en condiciones de cama caliente. Si se logra una multiplicación exitosa, se dispone entonces de material para poder realizar las diversas evaluaciones, con lo que se logra obtener información para diferentes caracteres en un mismo año (Figura 4).

Figura 3. Cultivo in-vitro Prunus.
Figura 4. Genotipos obtenidos como resultado de los cruzamientos realizados por el PMG de portainjertos para cerezo de CEAF.

 

 

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