Columna: El agua, un recurso en constante gestión

El mercado europeo (especialmente alemán) busca que el 100% de su cadena de abastecedores de frutas y verduras sea objetivamente responsable en el uso del agua, para el 2025.

Por Yanina Erices G.,  ingeniero agrónomo,  floricultura  e inocuidad alimentaria        

Hoy en día, ya no es novedad la escasez del recurso hídrico y las consecuencias que se aprecian de forma progresiva en el ecosistema. El adjetivo “renovable” es un concepto que comienza a quedar lejos de la realidad. 

Estudios hidrológicos indican que por ejemplo la edad de las aguas subterráneas (joven o no joven /fósil) son indicadores objetivos de cuánta agua es realmente renovable de un acuífero, de lo cual depende su óptimo manejo.

Por su parte, la agricultura, que al ser una actividad extractiva se ha puesto en el foco de la discusión tanto a nivel macro como a nivel de los consumidores.

Cada vez existe más conciencia respecto de cómo se obtienen los alimentos y los bienes agrícolas no son la excepción.

Es por esto, que, para demostrar una gestión adecuada del recurso en el agro, han surgido normas y protocolos que permiten evidenciar el compromiso del productor con un uso correcto y racional del agua. 

Estos esquemas buscan en primera instancia el cumplimiento de la legislación vigente local, impulsan la propuesta y verificación de objetivos concretos y medibles en tiempo de manera de generar menores pérdidas.  

Además, permite analizar riesgos y mitigar consecuencias negativas al medio ambiente tanto si el recurso es de origen superficial o subterráneo. 

Como ejemplo podemos encontrar: 

• Alliance for water Stewardship (AWS)
• Add Spring Global G.A.P.
• On the way to Planet Proof
• Fairtrade Standard
• Rainforest Alliance Agriculture Standard
• SIZA Environmental Standard
• SCS Sustainably Grown

En la actualidad, el mercado europeo (especialmente alemán) busca que el 100% de su cadena de abastecedores de frutas y verduras sea objetivamente responsable en el uso del agua, para el 2025.

De esta forma en términos generales,  se promueve al desarrollo de estrategias concretas basadas en la tecnologías y mantención de riego así como la protección de las fuentes.