Noticias Agrícolas
12 de diciembre de 2024 | 09:24

Estudio revela singularidad y la diversidad genética del tomate Limachino

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Este hallazgo resalta el valor del tomate Limachino como parte de la historia local, un grupo criollo de tomates generado por la cultura campesina de Limache durante el siglo XX.

Un nuevo estudio sobre los tomates cultivados en Chile ha mostrado la riqueza genética de las variedades tradicionales, lo que puede ser clave para mejorar la agricultura, la seguridad alimentaria en el futuro, la calidad de los alimentos y los rendimientos de los cultivos en el futuro.

Los profesionales del Instituto de Investigaciones Agropecuarias (INIA), Adolfo Donoso, Carolina Araya y Erika Salazar, junto a Basilio Carrasco del Centro de Estudios en Alimentos Procesados (CEAP), centraron su estudio en la identidad y origen del tomate Limachino, una variedad que ha sido reconocida por su sabor excepcional durante décadas. Para esto, escogieron semillas de variedades tradicionales de tomate guardadas en la Unidad de Recursos Genéticos y Banco de Germoplasma La Platina de INIA, que fueron recolectadas en Limache en 1938, 1960, 1980 y 2015. La muestra de 1960, repatriada desde banco de germoplasma del USDA de Estados Unidos, e ingresada a ese sistema con el nombre vernacular Limachino, fue utilizada como referencia para la comparación genética. También se incluyeron semillas de otros tomates tradicionales cultivados en distintas regiones de Chile (desde Arica a Chillán) y de variedades comerciales europeas y estadounidenses, tanto antiguas, como San Marzano, Marmande, Marglobe, como modernas (Carmelo, 7742 y Patron), en total analizando veinticuatro variedades.

Los resultados del estudio revelaron que el tomate Limachino corresponde a un complejo racial con una identidad genética única, diferenciándose claramente de otras variedades, y que se ha cultivado en la zona de Limache de manera continuada desde al menos 1938, pese a que solo se encontraron dos agricultores que mantenían semilla del tipo Limachino en el 2015. Los autores lograron documentar que este tomate ha sido nombrado como Limachino de la Región de Valparaíso desde antes de 1960. Además, se encontró que algunas variedades de tomate recolectadas en el 2015 en la Región del Maule y la Región de Ñuble, corresponden a un tipo diferente de tomates, de gran tamaño y de color rosado, tipo “beefsteak”, que también están relacionadas con los tomates cultivados en Chile en 1938, todos genéticamente distantes de las variedades europeas y estadounidenses introducidas en el país.

Este hallazgo resalta el valor del tomate Limachino no solo como un referente cultural y culinario dentro de la tradición chilena, sino también como patrimonio genético que ha sido conservado por la labor de la agricultura familiar a lo largo de los años. Este valor coloca al tomate Limachino en una posición favorable para optar a protecciones de origen, algo que actualmente solo existe para el tomate griego Santorini y los italianos Pomodorino del Piennolo del Vesuvio y Pomodoro San Marzano. Los autores del estudio señalaron que, además de su valor cultural e histórico, estas variedades tradicionales tienen un enorme potencial, dado que se distinguen por sus formas, colores y sabores, lo que las hace una opción valiosa para el futuro de la agricultura.

Para revisar el artículo «Genetic diversity and distinctiveness of Chilean Limachino tomato (Solanum lycopersicum L.) reveal an in situ conservation during the 20th century» acceda aquí.

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