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22 de noviembre de 2024 | 07:15Trazabilidad científica: Bioketen Innovation y las primeras mieles chilenas certificadas por ADN
Además de obtener el reconocimiento como Mejor Innovación, en la categoría “Agrifood-Tech”, como empresa Top10 del Catálogo de Innovación Alimentaria de Chile 2024, recientemente la empresa valdiviana obtuvo el Premio Avonni, en la categoría Volcanes Isa Intervial.
Por Alejandra Aguirre.-
Patricio Olavarría y Gaspar Peña, Ingeniero en Alimentos y Bioquímico, respectivamente, son amigos desde el colegio. Una vez titulados de la Universidad Austral, Patricio trabajó en el sector privado y, posteriormente, siguió el camino del emprendimiento, formando Manada Chile, empresa de alimentos regenerativos. En tanto, Gaspar hizo un doctorado y se fue con su familia al extranjero. A su regreso, quisieron desarrollar un proyecto en conjunto, al cual se sumó la bioquímica Hanile Bachmann y juntos buscaron rubros atractivos, llegando al apícola.
“Investigamos lo que ocurría en otros países y quiénes llevaban la delantera en el sector, así dimos con los neozelandeses. Ellos han hecho un trabajo científico detrás de su miel Manuka, originaria de ese país, validando sus propiedades saludables y nutricionales. En su minuto, fue un producto tan apetecido y caro, que salieron muchas versiones adulteradas al mercado. Por esto, debieron certificarla, como tal, a través de una serie de análisis, por ejemplo, de ADN”, explicó Olavarría.
Tras estos hallazgos, se propusieron hacer lo mismo con las mieles endémicas del sur de Chile, innovación que pudieron prototipar gracias a un fondo Corfo, en 2020 y ampliarlo a otras especies florales, mediante un Startup Ciencia del Ministerio de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación, hasta el 2023. Así, a la fecha cuentan con 14 especies posibles de analizar y esperan ampliar ese número a 30, a través del desarrollo de Honning Plus, un kit y servicio qPCR, de bajo costo, rápido y preciso, para determinar el origen botánico de la miel y que este 2024 comenzaron a comercializar.
“En Chile hay poca cultura de comer miel. A pesar de que la pandemia hizo que se incrementara el consumo, desde 180 a más de 600 gramos anuales per cápita, la cifra se estancó en los 400 gramos anuales per cápita. Además, hay un tema de competitividad y trazabilidad. La regulación en Chile dice que las mieles que se comercialicen como monoflorales, deben tener al menos un 45% de la especie florar indicada. Sin embargo, muy pocas empresas certifican esto, por lo cual los consumidores en algunos casos pueden pagar más por algo que no necesariamente tiene la calidad que asumen. Vemos que las mieles chilenas pueden ser muy competitivas, incluso mejores que las neozelandesas, por la biodiversidad que tenemos, pero requiere un trabajo de ciencia. Incorporar más tecnología puede impulsar el interés de consumidores y mercados más exigentes y que están dispuestos a pagar mucho más por un frasco de miel, como en Nueva York, donde se pueden encontrar algunas con un valor superior a los US$60/250 gr”, recalcó.
Al respecto, señaló que los precios de miel exportada, principalmente a granel, alcanza entre 3 a 5 dólares el kilo, un precio bajísimo si se compara con los precios de US$50 de Nueva Zelanda, y su apreciada miel fraccionada de Manuka. Si a la miel fraccionada chilena, pudiésemos además certificar su origen y sus propiedades, podríamos competir uno a uno con mercados como EE. UU, Gran Bretaña, Asia y Alemania, principalmente. “Gaspar Peña, en la Universidad Austral, está dirigiendo un equipo en búsqueda de otras propiedades de la miel. Podrían no solo ser antibacterianas, sino también antivirales, antifúngicas, etc.”, afirmó.
Olavarría agregó que la falsificación y la adulteración de la miel, es otro aspecto relevante en la industria apícola. “El 46 % de la miel que ingresa a Europa es adulterada. Es un problema a nivel mundial para el sector apícola. Por eso, postulamos a fondos con un proyecto que justamente apunta a detectar una miel alterada. En el mundo, existe una técnica, pero es carísima. Estamos hablando de un análisis que cuesta $500.000. Está fuera del alcance de muchos productores locales. Y este desarrollo, que postulamos a un Crea y Valida, de Corfo, es similar a lo que hicimos con Honning, que es un qPCR, pero esta vez agrega otros componentes adicionales y está enfocado en la adulteración y con un modelo de negocio altamente exportable”, adelantó.
Las primeras mieles en Chile certificadas por ADN
Bioketen Innovation cuenta con tres líneas comerciales. La primera, es un servicio de análisis; la segunda, es la venta del kit Honning Plus y la tercera, es un piloto que está realizando con algunas empresas apícolas pequeñas, a las cuales se les brinda el servicio gratis en la determinación y se les entrega un código QR para que puedan poner en su etiqueta. Así el cliente escanea el código y puede ver el certificado que valida el origen de la miel que está adquiriendo. Esto último les permitirá salir al mercado como las primeras mieles certificadas por ADN en Chile.
De acuerdo con Olavarría, el haber sido reconocidos como la Mejor Innovación, en la categoría “Agrifood-Tech”, del Catálogo de Innovación Alimentaria de Chile, de Transforma Alimentos y, ahora, ganadores del Premio Avonni (Volcanes Isa Intervial), les ayuda a presentar con mayor credibilidad su innovación, porque “ser finalista en este tipo de concursos nacionales, donde participa un jurado experto, que realiza un análisis técnico y comercial, nos valida y sirve mucho para visibilizarnos”.