Grupo Miranda inicia procesos de nectarines, duraznos y cerezas en peak de temporada

Las empresas de Grupo Miranda, Olivar Export SpA y Superfruta SpA, dedicadas al procesamiento y exportación, están hoy en un Procedimiento Concursal de Reorganización, sin embargo trabajan a toda máquina esta temporada. El empresario Felipe Miranda relata cómo ha sido el proceso.

La empresa agrícola Grupo Miranda, emplazada en la Región de O’Higgins, se encuentra trabajando a toda capacidad al iniciarse una nueva temporada de cosecha y de procesamiento de frutas. 

La firma, liderada por los empresarios Felipe Miranda y Emilia Villanueva, se está enfocando actualmente en sus cuatro líneas. Las primeras dos corresponden a nectarines y duraznos, la tercera a una línea de cerezas de 12 vías y, por último, una línea de small plums (D'Agen fresca).

La planta, indican Miranda y Villanueva, se encuentra 100% operativa, recibiendo fruta hace una semana para absorber la demanda de un peak inminente. Los empresarios decidieron enfocar todos los esfuerzos de este año en servicios de procesos, por lo que no desarrollarán exportaciones directas este año, concentrando su capacidad y tecnología en prestar servicios a terceros.

Las instalaciones de la firma están a orilla de carretera y ocupan 9 hectáreas de terreno, 13 mil metros cuadrados de frigoríficos y de construcciones, y el propio Felipe Miranda lidera la operación de planta, acompañado de su señora Emilia Villanueva.

Actualmente, las empresas de Grupo Miranda, Olivar Export SpA y Superfruta SpA, dedicadas respectivamente al procesamiento y exportación, se encuentran en un Procedimiento Concursal de Reorganización ante el ante el Segundo Juzgado Civil de Rancagua, para de esta manera ordenar sus compromisos financieros y así mantener en funcionamiento las operaciones.

En el requerimiento de Olivar Export SpA, se explica que la firma se vio fuertemente golpeada por el impacto económico que trajo consigo el Covid-19, específicamente en la movilidad que podía tener el personal y el aumento del precio de las mercaderías transitadas por el mar. Si bien en 2022 existió un repunte, con un Ebitda de 4.8mm/usd auditado por Deloitte, en 2023 la actividad económica volvió a decaer, producto de no haber logrado las metas proyectadas en cerezas, sumado al mal desempeño de la ciruela D'Agen fresca en el mercado asiático.

Superfruta, en tanto, tiene como cliente principal a Olivar Export SpA, lo que trajo consigo que la caída de esta compañía también afectada sus operaciones, por lo que también se acogieron a la reorganización para ordenar sus finanzas.

Ambas acciones judiciales son tramitadas por el abogado Cristián Palacios Vergara, director del área de liquidaciones Aninat Abogados, quien se desempeñó como Superintendente de Quiebras en 2010 y asesor ministerial del proyecto Nueva Ley de Quiebras durante 2011 y 2014.

De este modo, con el inicio del período de protección concursal decretado por el Segundo Juzgado Civil de Rancagua para ambas empresas, se asegura la continuidad de sus operaciones, generando condiciones para regularizar la deuda con sus acreedores, al tiempo que mantendrá vigentes sus servicios para aprovechar la alta demanda de esta temporada de cosecha.

Ante este escenario, el empresario Felipe Miranda aborda la experiencia que le ha dejado este proceso y los planes que tiene para el futuro de las firmas.

¿Cómo toma este proceso?

Nosotros comenzamos esto como emprendedores, pero después de todos estos años de aprendizaje y crecimiento, ya podemos decir que somos empresarios. Pero no empresarios como cualquiera, somos una empresa familiar, que conocemos muy bien este rubro porque tenemos raíces en esta zona y de hecho mi padre, mi abuelo y toda mi familia era productores de la zona. Entonces, todo lo que hemos vivido y lo que hemos aprendido, no lo tomamos solo desde lo estrictamente económico, que claramente importa, sino que también tenemos un vínculo con esta área y con este rubro en sí. 

¿Qué fue lo que pasó que los llevó a tener que acogerse a una reorganización?

Lo primero que tenemos que aclarar es que nuestra empresa es rentable. Así lo han demostrado años de trayectoria. En 2022 ambas empresas registramos un Ebitda de 4.8mm/usd auditado por Deloitte y en peak de temporada alcanzamos a dar empleo a más de 800 personas en las regiones de O’Higgins y El Maule. 

En el negocio de exportación de frutas -nectarines, cerezas, duraznos, ciruelas D'Agen, entre otros- nuestros principales países de destino fueron China, Estados Unidos, Europa y prácticamente, la totalidad de América Latina. Lo que ocurrió es que en nuestro proceso se aprendizaje, se cometió una equivocación y nos jugamos con inversiones de crecimiento. 

Las cosas finalmente no resultaron cómo las esperábamos ni cómo las habíamos proyectado, puesto que las metas proyectas en cerezas no se alcanzaron pues el volumen esperado por parte de la producción local no se cumplió. Otro de los factores clave estuvo relacionado con los elementos externos, como fue el pobre desempeño del mercado asiático. 

En particular, el desempeño de la ciruela D'Agen fresca, que anotó uno de los peores de los últimos años y donde la exportadora fue el quinto mayor exportador de Chile. Esto último echó por tierra las proyecciones.

¿Cómo se sienten con todo esto que ha ocurrido?

Esto nos ha dejado tristes, dolidos no solo desde lo financiero, sino también desde lo personal. A nosotros no sólo nos importa lo económico, sentimos responsabilidad con los productores y nuestros colaboradores, pero tenemos la certeza que seguiremos adelante, incluso más fortalecidos. Primero, adoptamos una serie de medidas internas, como reducir costes de producción, rebajas en la adquisición de determinados bienes, ahorro energético, para luego recurrir al proceso de reorganización determinado por ley, para lograr que la empresa cuente con el tiempo necesario para superar esta crisis que, estimamos, es transitoria.

¿Qué lecciones sacan de esta experiencia?

Lo principal, es que las lecciones financieras se han aprendido. Los errores se han enmendado y tenemos la certeza que la empresa continuará, porque tenemos la vocación de reanudar esta labor y ser parte del crecimiento de la comunidad. En este sentido, estamos preparados para enfrentar esta temporada, reemprender y reinventarnos. 

Como toda empresa, se pueden pasar por momentos difíciles y se necesita el respaldo de acreedores, clientes y proveedores para sobreponerse y volver a liderar este segmento. Por todo esto, estamos comprometidos con cumplir las obligaciones y este plan dará viabilidad a la empresa. 

Nuestra planta, tecnología y experiencia nos convierten en un excelente socio para el procesamiento en esta temporada, que además se encuentra cubierto legalmente por el período de protección concursal para dar certezas a todas las partes involucradas. Además, estamos en conversaciones con potenciales socios estratégicos que puedan aportar una inyección de capital. 

Hemos aprendido a ser más mucho más eficientes, nos hemos concentrado en lo que mejor sabemos hacer, no hemos considerado retomar la exportación hasta que tengamos un modelo de negocio completamente afinado y la experiencia de estos años nos compromete a hacer las cosas de una forma conservadora y financieramente responsable, pues retomar la confianza de nuestro círculo es el propósito que nos motiva a seguir adelante.