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Por Redacción , 16 de mayo de 2024 | 06:15Premio Mujer Agroinnovadora a impulsoras de la producción de lechugas y vino del desierto
Pamela Chandía, agricultora que cultiva hortalizas hidropónicas en pleno desierto, e Ingrid Poblete, agrónoma que desarrolla una investigación para producir vinos en la árida Tarapacá.
Pamela Chandía, agricultora que cultiva hortalizas hidropónicas en pleno desierto, e Ingrid Poblete, agrónoma que desarrolla una investigación para producir vinos en la árida Tarapacá, recibieron la distinción Mujer Agroinnovadora 2023-2024 de esa región del norte del país de parte de la agencia FIA (Fundación para la Innovación Agraria), dependiente del Ministerio de Agricultura. Fue un reconocimiento a iniciativas que buscan desarrollar la agricultura en una zona de condiciones extremas.
Lechugas frescas del desierto
Pamela Chandia Moreno, productora agrícola de Pozo Almonte, fue merecedora del reconocimiento en la categoría Agricultora de la Región Tarapacá, gracias a su aporte en la producción de hortalizas hidropónicas en base a un sistema de reciclaje del agua y generación de electricidad con paneles solares.
Pamela proviene de una familia de agricultores, por lo que siempre ha estado ligada al campo, y fue a su vez, lo que la inspiró para seguir en este rubro, buscando innovar a través de la hidroponía en el desierto más árido del mundo.
El uso de energía limpia en su invernadero otorgó un valor agregado a su emprendimiento Esto -dice- le cambió la vida y también la forma de hacer agricultura. Hoy es pionera en agricultura de condiciones extremas, como es la de la Provincia del Tamarugal.
Su innovación le ha permitido comercializar su producto y hoy llega a cientos de hogares y establecimientos de venta de alimentos de la región. En su última cosecha se alcanzó una producción de 720 unidades de lechugas hidropónicas, las que hoy son consumidas no solo por los habitantes de Pozo Almonte, sino también de Iquique y Alto Hospicio.
Vino del desierto más árido del planteta
Ingrid Poblete Quezada, investigadora de la Facultad de Recursos Naturales Renovables de la Universidad Arturo Prat de Tarapacá, UNAP, fue quien ganó el premio en la categoría profesional del agro Región Tarapacá. Ella junto a su equipo han hecho avances importantes en la agricultura del desierto, específicamente en la producción de vino.
Sus investigaciones se han centrado en el rescate de cepas patrimoniales de la región a través de una vitivinicultura exitosa en el desierto más árido del mundo.
Estas innovaciones en zonas extremas se presentan hoy como una alternativa productiva con alto valor agregado para el territorio, permitiendo potenciar a la región como un nuevo polo de desarrollo productivo agroalimentario.
Para la comunidad también ha sido significativo, ya que ha logrado generar una ruta del vino, abriendo así espacio al enoturismo y a la generación de nuevos empleos en el rubro turístico de Tarapacá. De esta forma, operadores gastronómicos, turísticos, hoteleros, artesanos y emprendedores, se han ido sumando a este gran desafío regional.
La ceremonia de premiación se realizó en la Casa Central de la UNAP y contó con la presencia de directivos de esa casa de estudios, el director de Vino del Desierto, Marcelo Lanino, autoridades locales y el representante regional de FIA, Felipe Olivares, entre otros.
La agencia FIA lleva adelante un proceso de reconocimiento a nivel regional de mujeres que promueven procesos de innovación para el sector silvoagropecuario y de la cadena agroalimentaria nacional. Esto, especialmente valioso por sus aportes a las economías locales y la generación de valor agregado a los territorios.