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19 de marzo de 2025 | 07:00¿Cómo afecta la climatología a la protección y salud vegetal de tus cultivos?

La climatología de un territorio influye tanto en su potencial agrícola como en factores que inciden en la protección y salud vegetal de los cultivos. Conoce también de los tipos de fitosanitarios y qué función cumplen.
La climatología imperante en una zona agrícola determinada es, sin lugar a dudas, uno de los elementos que mayor influencia puede tener tanto en la elección de las variedades vegetales más adecuadas para su cultivo como en el posterior crecimiento y desarrollo óptimo sus cosechas.
Pero, además, aquellos aspectos climatológicos relacionados con la temperatura y los niveles de humedad ambiental que suele presentar un territorio a lo largo de los diferentes periodos estacionales, también incidirá, como no podría ser de otra manera, en la generación de un entorno más o menos adecuado para la proliferación de amenazas externas y, en consecuencia, para condicionar la protección y salud vegetal de dichos cultivos.
En este sentido, a la hora de tomar conciencia de este aspecto, desde la Asociación Empresarial para la Protección de las Plantas (AEPLA), organización sectorial que representa a las empresas fabricantes de productos fitosanitarios en España, nos hacen llegar un repaso de los distintos aspectos asociados a la climatología que pueden servir de condicionantes externos en el ámbito de la sanidad vegetal de aquellas variedades que están presentes en tu parcela agrícola:
- En primer lugar, el hecho de contar con un acortamiento paulatino de aquellas estaciones en las que las temperaturas son más suaves y beneficiosas para el desarrollo de los cultivos, a causa de los efectos del cambio climático, supone un mayor riesgo de que aquellas amenazas que se encuentran latentes en el entorno puedan encontrar las condiciones más adecuadas para prolongar su supervivencia.
- Del mismo modo, la ocurrencia de inviernos cada vez más cortos, derivados del calentamiento global, no solo posibilita que estas amenazas mantengan su presencia activa en el terreno, sino que, además, favorece una mayor y más rápida capacidad de proliferación.
- Asimismo, el incremento de la frecuencia de fenómenos meteorológicos con un carácter más extremo, como es el caso de las lluvias torrenciales, contribuye a que el suelo agrícola se sature y sea incapaz de absorber de una forma eficiente el agua procedente de la lluvia, provocando una humedad ambiental que resulta ideal para el desarrollo natural de patógenos externos especializados en provocar daños en las cosechas, destacando, en este sentido, las enfermedades provocadas por diferentes especies de hongos.
- Por todo ello, resulta cada vez más esencial poner en marcha medidas de sanidad vegetal dirigidas a prevenir la posible acción indiscriminada de estas amenazas y, al mismo tiempo, incidir aún más en el seguimiento y control de los cultivos, para detectar cuanto antes la presencia de amenazas y evitar, en la medida de lo posible, su proliferación generalizada.
Tipos de tratamientos fitosanitarios: ¿Qué función cumple cada uno de ellos?
A la hora de favorecer la protección efectiva de tus cultivos, conoce diferentes tipos de fitosanitarios que tienes a tu disposición.
Si tu pasión es la agricultura y dedicas tu trabajo diario a hacer lo posible para que tu esfuerzo se vea recompensado a final de cada campaña con una cosecha que responda plenamente a tus expectativas, estamos seguros de que conocerás todo lo mucho y bueno que las diferentes soluciones de sanidad vegetal pueden aportar a este objetivo, favoreciendo la protección y salud efectiva de tus cultivos.
No obstante, es posible que sí que te surjan ciertas dudas en relación a las diferentes categorías de productos fitosanitarios que tienes a tu disposición y, muy especialmente, acerca de la finalidad que cumple cada una de ellas en el ámbito de la sanidad vegetal de tu explotación agrícola.
Por este motivo, y una vez que hace tan solo unos días concentramos nuestra atención en los beneficios que puedes alcanzar si realizas una aplicación correcta de tus tratamientos fitosanitarios, hoy queremos repasar contigo los principales tipos de productos fitosanitarios presentes en el mercado y qué puede aportarte cada uno de ellos en cuanto a la protección efectiva de tus cultivos frente a amenazas agrícolas:
- Para comenzar, los herbicidas (HB) son aquellas soluciones de sanidad vegetal cuya formulación y capacidad de actuación está asociada a combatir, de forma selectiva o polivalente, la presencia y proliferación de malas hierbas en tus cultivos.
- Por su parte, los insecticidas (IN) son aquellos productos y tratamientos fitosanitarios que están concebidos para combatir el desarrollo nocivo de aquellos insectos que pueden afectar negativamente al crecimiento natural de las diferentes variedades vegetales, y que pueden incidir en cualquier fase de su desarrollo o, por el contrario, estar especializados en una o varias de sus etapas de crecimiento, como ocurre con los nematicidas (NE), enfocados a frenar la presencia de larvas y gusanos.
- Junto a estas tipologías de tratamientos fitosanitarios, los acaricidas (AC) también concentran su acción sobre aquellas plagas que pueden afectar al desarrollo óptimo de una cosecha, pero que se caracterizan por incidir, de forma específica, como antibióticos o reguladores de crecimiento, en la presencia y proliferación incontrolada de ácaros y otras especies afines.
- Siguiendo con este repaso, es importante tener presente que las soluciones de sanidad vegetal ejercen, igualmente, una función vital para proteger a un gran número de variedades vegetales de carácter agrícola frente a la amenaza de enfermedades, como son los bactericidas (BA), orientados a prevenir y reducir los daños provocados por bacterias, y los fungicidas (FU), que están especializados en combatir de forma directa la amenaza agrícola derivada de una o varias especies de hongos.
- Junto a estas categorías de productos y tratamientos fitosanitarios, es conveniente tener presente la posibilidad de contar con muchas otras que, a pesar de contar con una menor visibilidad, ejercen un papel clave en el presente y futuro de nuestra agricultura, como son, por citar solo algunos ejemplos, los elicitores o inductores (EL), que contribuyen a activar los mecanismos de defensa natural de las plantas, o los repelentes (RE), orientados a generar un entorno adverso para la amenaza agrícola a la que se pretende hacer frente mediante su uso.