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Por Andrea Bustos , 18 de abril de 2024 | 07:30

Rafael Rodríguez: Se espera llegar a 58 millones de cajas de uva de mesa esta temporada

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“Es fundamental decidir si se va a estar en el negocio del volumen o en el de los precios. Nos hay futuro comoditizando la uva de mesa ya que es un producto caro de producir”, dijo el presidente de Uvanova.

 

Hubo factores que hicieron de esta temporada de uva de mesa chilena fuera de gran importancia, es por este motivo que el presidente de Uvanova, Rafael Rodríguez, abrió la quinta temporada de los #MiércolesOnline de Fedefruta, donde se refirió a la temporada 23-24, abarcando el detalle de su escenario previo, los eventos vividos, el desarrollo mismo de la temporada, el entorno competitivo mundial y las perspectivas que a su juicio son relevantes para sustentabilidad de la industria.

La rentabilidad del negocio de la uva de mesa depende fuertemente del volumen, flujo, calidad y condición de la fruta, que confluyen en un determinado mercado la producción local e importada. “Es fundamental decidir si se va a esta en el negocio del volumen o en el de los precios. No hay futuro comoditizando la uva de mesa ya que es un producto caro de producir”, dice.

“En una estimación indirecta, puede que la temporada cierre en menos de lo esperado (62,5 millones de cajas), básicamente por caídas en las variedades tempranas, por algunos problemas de condición, y un par de lluvias que perjudicaron el volumen. En la III y IV región cayó algún volumen, o sea, la fruta se adelantó y pesó menos, se embaló menos de lo que se esperaba, pero en el sur las cargas venían full, incluso las ecuaciones productivas nos daban a veces más kilos de lo que necesitábamos. Otro par de lluvias, y algunas olas de calor han pasado a la cuenta en algunas producciones, así que yo pienso que el volumen final debería rematar en 58 millones de cajas”, explicó el presidente de Uvanova. 

A fines de enero, las estimaciones para la temporada 2023-2024 de uvas de mesa, entregadas por Frutas de Chile, eran de 62.461.069 de cajas, sin embargo, Rodríguez considera que solo se llegaría a esa cifra si los embalajes se relajan y se embalan calidades inferiores para aprovechar un mercado excepcionalmente demandante.

Presidente de Uvanova, Rafael Rodríguez.

Escenario previo de la temporada de uva de mesa 

Veníamos de una temporada bastante complicada, que a juicio de Rodríguez tuvo retornos “mediocres”, con un promedio un poco mejor que temporadas anteriores, pero que no ayudaron en su totalidad a recuperar las finanzas de los productores. 

Con costos de Mano de Obra siempre crecientes, valores de insumos y de servicios, todavía por sobre a los que se tenía en pre pandemia, necesitábamos una temporada con un escenario de precios mejores y más estables.

El presidente de Uvanova, Rafael Rodríguez, señaló que los inmigrantes temporales, como por ejemplo los trabajadores bolivianos, han sido claves para completar arreglos de racimos, cosechas y embalajes.

En el caso de los productores de la IV Región, se suma a todo lo antes mencionado, la sequía y un fenómeno de El Niño que no cooperó.

Necesitamos una política nacional. No hay en marcha nuevos proyectos hídricos y ni siquiera tenemos subsidios disponibles para tranques intraprediales, Tenemos que activar una política nacional, una estrategia para disponer del agua que en los meses de abundancia los ríos terminan dejando en el mar”, enfatizó Rodríguez.

¿Qué mejorar como productores de uva de mesa? 

Las nuevas variedades trajeron nuevos desafíos, el recambio de varietal ha sido tardío en algunos casos y un poco atrasado respecto al recambio de California, España, Italia, Perú e incluso SudÁfrica, pero Chile ha recuperado terreno. A esto se sumaba que había poca o errada información de manejo de las variedades y portainjertos. Aunque hemos avanzado muchoodavía estamos conociendo las variedades su mejor combinación portainjerto y ecozona, señala Rodríguez.

Relata que en los campos y en su organización también el manejo y administración se ha tornado más compleja ya que se ha pasada de tener 4 ó 5 variedades francas a 6 ó 7 con uno o dos tipos de portainjertos. Así enfrentamos nuevas problemáticas como metabolismo Nitrógeno, deshidratación de escobajos, sensibilidad extrema al Ag3, pámpanos, zarcillos, entre otras.

Sin embargo, a pesar de estos aprendizajes, el presidente de Uvanova, Rafael Rodríguez, señala que es necesario perfeccionar los índices de cosecha de las nuevas variedades, para obtener junto a una correcta calidad, asegurar una vida de postcosecha que permita soportar el viaje y el período de venta a la fruta.

“Aún estamos en un periodo de ajuste de volumen y composición varietal, debemos conseguir un balance de variedades, portainjertos, ecozonas y manejo, con toda la experiencia ganada en estos años de prueba y error”. 

Hay nuevas problemáticas que estamos resolviendo, pero sin duda que lo estamos haciendo en general bien y la fruta es de una calidad bastante superior a lo que estábamos acostumbrados con las variedades tradicionales”. 

Rodríguez no dejó de lado la importancia de mirar el negocio en forma integral y revisar en toda la cedena de Servicios: materiales de packaging, frío, transporte, comercialización, entre otros, la cuales no pueden fijar sus márgenes sin tener presente la línea final que va al productor, Sin productores perdemos la fruta que es la base de toda la cadena de valor.

También enfatiza que debemos repensar y modernizar procedimientos y equipamientos de cosecha y postcosecha para mejorar la condición de arribo.

Aprovecha de insistir en la importancia de que Chile consiga reemplazar la fumigación en destino en Estados Unidos, por implementación del Systems Approach, También debe seguir explorándose sistemas alternativos que en el futuro cercano sean viables como la radiación. 

En relación a la calidad, Rodríguez, reitera el mensaje: “Le hemos dicho a los productores y exportadores que un mercado con mejores precios también es un mercado más exigente y que no hay espacio para fruta que no tenga una buena vida en anaquel y buena calidad. No hay que embalar fruta que no llegará bien, se trata de cuidar el prestigio de la etiqueta y la marca Chile, se trata de no perder el dinero, la utilidad y el buen precio que estamos teniendo ahora”.

Variedades licenciadas versus las tradicionales

Se mantiene el volumen, cambia el balance de variedades y colores. 

“En algún momento estábamos muy cargados a las uvas rojas sin semilla, en relación a las verdes. Eso porque iba disminuyendo la producción de Thompson S. y las variedades nuevas que se sumaban, eran básicamente variedades rojas, pero ya eso ha cambiado fuerte, gracias a la plantación de Arra 15, Sweet Globe, Autumn Crisp, y en menor medida, Ivory y Timpson. Por eso ahora ya tenemos una producción equilibrada, incluso este año las variedades blancas podrían alcanzar a las rojas sin semilla”, dijo Rodríguez.

 

 

Mercados y entorno mundial

Sudáfrica, aunque muy competitiva en mano de obra, no está logrando llegar exitosamente a otros mercados, más allá de UK, Unión Europea y mantiene debilidades en su cadena de frío y transporte.

Perú enfrenta también situaciones difíciles, no solamente relacionadas al clima, sino que también con limitaciones y costos crecientes en mano de obra algunas nuevas plagas y mayor presión de enfermedades.

El área plantada en Perú es más o menos de 22.000 hectáreas. “Perú no va creciendo desenfrenadamente en superficie y también ha retrocedido en algunos casos, básicamente por variedades que no han funcionado,A nadie le interesa perder dinero, y no están haciendo proyectos que terminen chocando con la oferta de otros países, o mercados en los que vayan a obtener menores precios por volumen, así que también están ajustando sus producciones y buscando los mejores nichos para vender su fruta", explica Rodríguez.

Estados Unidos está perdiendo productores tradicionales y aumentando la predominancia de campos más grandes en manos de fondos de inversiones. No se ve crecimiento sino más bien disminución de superficie, con altos problemas debido al alto costo de mano de obra, restricciones en la disponibilidad de agua de riego por temas políticos y con fenómenos de olas de calor cada vez más frecuentes.

India desplazó a Chile de la Unión Europea con sus uvas blancas, pero tiene un mercado interno en crecimiento, similar a Brasil y Australia.

En cuanto a México viene creciendo con variedades nuevas, pero en general no son tempranas. Su renovación varietal y la moderación de su crecimiento en la zona tropical (Jalisco) hace mantener a Chile  con su ventana comercial hasta mayo en el mercado estadounidense. 

En China el mercado para las uvas ha estado por debajo de los precios históricos, se castiga fuerte a algunas variedades y tampoco hay espacio para fruta débil o cansado (escobajos deshidratados). Han crecido con su producción local en la ventana de mercado en que Perú y nosotros arribamos.

En Europa la situación ha estado bien en general para las uvas de Perú y Chile y Latinoamérica ha resultado una buena plaza para la uva chilena en especial Red Globe.

“Chile puede consolidarse como un proveedor de uva de mesa estratégico para los distintos mercados, no en uno descartable como se pudo pensar en algún momento, cuando se creyó que las producciones en zonas tropicales eran siempre confiables y acomodables a cualquier semana del año. Claro está, que cada día hay más competencia, pero cada zona tiene sus problemas e inconvenientes”, dice el presidente de Uvanova.

En temas de mercado es importante ver la relevancia que tiene Estados Unidos para Chile y Perú, menos importante para Sudáfrica, ya que este productor tiene un gran peso en Europa e Inglaterra, donde les abastece con uvas rojas y las blancas son aportadas también por India.

Los precios han sido altos y muy estables en Norteamérica, adicionalmente para los productores  y exportadores chilenos favorecidos un tipo de cambio alto también.

“No hay una ventaja clara ni definitiva entre Chile y otros países, tenemos costos similares al final. Todos tienen sus problemas, sus desafíos y Chile sigue siendo un proveedor estratégico para cualquier mercado. Se debe decidir si se opta al negocio del volumen o al de los precios. Yo creo que no hay espacio en ningún país para pensar en la uva como un commodity de bajo costo de producción y pensar que podemos sobrevivir vendiendo clamshell a menos de un euro. La uva de mesa no es barata de producir, pero es un producto muy noble, sano y tiene un espacio bien ganado. Hemos tenido Estados Unidos y Canadá precios mucho mayores a los del año pasado y el mercado ha absorbido un volumen importante sin ningún problema. A veces las promociones castigan demasiado los precios y liquidan al productor con un retorno bajísimo. Hay que defenderse produciendo calidad y buena condición de fruta”, concluyó Rafael Rodríguez.

Finalmente, el presidente de Fedefruta, Jorge Valenzuela concordó con el expositor al calificar la última campaña de la uva de mesa chilena como muy positiva, con mayor espacio en los mercados, buena demanda y mayores precios, y sobre todo, una calidad de la fruta arribada a los destinos que hace tiempo no se veía. Esto, a pesar de todos los desafíos climáticos por los temporales en invierno, las lluvias primaverales y las olas de calor en verano.Estimación indirecta, la cual está sujeta a cambios hasta el cierre total de la temporada.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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